domingo, 23 de septiembre de 2007

EMPEZAMOS!

Anoche empecé con lo prometido así que ahora... intentaré prometer escribir, con estas condiciones.
  • Si consigo tener piso, una habitación "singola" y una linea telefónica que me permita conectarme -cualquiera, me da igual que vaya pisando huevos-, prometo que escribiré a menudo.
  • Si no consigo ni piso, ni habitación, ni linea propia, viviré con algún colega residente en los aledaños de Termini, alguien con una patología mental clara. En ese caso, prometo intentar escribir a menudo: intentaré cargarme mi querido portátil a las espaldas e intentaré pillar el wi-fi sponsored by "La Sapienza". Si es un wi-fi tan virtual como el de la Autónoma(está, pero nadie sabe como usarlo), mejor me callo y dejo de prometer.

Voy a explicar un poco qué es lo que pasa en este lugar con las habitaciones "singolas" y con la estación de Termini.
El aquiler de pisos está aquí más o menos como en Madrid: muy caro, pueden ocurrirte movidas extrañas con l@s caser@s-vecin@s, puedes acabar viviendo con alguien gggediondo redomado, con un mimo, con una turca loca (caso de mi amiga Silvia, ex-erasmus en Irlanda del Norte) o con alguien que realmente merezca la pena. Cruzo los dedos.
La peculiaridad del lugar es que, según he visto, la mayor parte de lo que alquilan son... habitaciones compartidas! Yo lo tengo claro: conmigo no se puede, a parte de que no quiero. Alguien que se pone a bailar cuando estudia, que práctica el "antes una tripa, que un amigo" y que se quita los granos y los pelos que se ven y no se ven antes de dormir ... No funciona.
Así que estoy a la búsqueda de la "habitación singola", que sé que en algún sitio de esta ciudad me está esperando, como el príncipe azul (¿¿??), las ganas de estudiar o el gusto por la carrera.
Sobre la estación de Termini hay mucho que contar. Es el centro de transportes de Roma. Gracias a los romanos -los de antes- aquí sólo hay dos líneas de metro. A y B, que se cruzan precisamente en esta estación. También hay una enorme parada de guaguas-autobuses fuera. En Termini se aglomeran todos los turistas. TODOS, la mayor parte de los hoteles están aquí y son carísimos, cutrísimos y feísimos.
El turismo no está regulado, está claro. Los romanos de hoy se aprovechan de los romanos de antes (tengo la impresión de que éstos tenían mucho más GLAMOUR). Los viejos romanos construyeron todo tipo de cosas flipantes; esto fue rematado por los papas. Los romanos de ahora, han puesto camas en los viejos caserones (viejos, literalmente) y: ala, a hacer dinero!
Los habitantes de los aledaños de Termini son generalmente vagabundos. En todos los pueblos y ciudades hay siempre uno, varios, personajillos,... En las grandes ciudades hay más. Lo impresionante de aquí es que hay toda una concentración. Cada uno a lo suyo, pero por todas las manzanas hay alguno. Viven por aquí, duermen por los mismos sitios... Desde luego, este es un barrio curioso. Yo me estoy quedando aquí, pero la residencia -amén!- es como un mundo a parte. Lo flipo: la empiezo a llamar "la casa de las monjas felices". De eso, hablaré otro día.

Abrazos!

Pd. Acaban de poner a todo volumen DON OMAR en la residencia de las monjas. Este sitio es muy extraño...

1 comentario:

Anónimo dijo...

meri cariño, lo sienro por no felicitarte, pero esq seme borro el mail q me mandaste y no me kede con tu numero de movil, a ver si me lo das otra vez, e?
pues nada nena, que espero que hayas disfrutado a tope de tu cumpleaños a la romana y que aproveches al machimo tus 20 añitos rodeada de italianos guaperas!!
sigue escribiendo por aki para ponernos al dia de tus aventuras por esas tierras y a pasarlo genial.
paz interior ante todo, recuerda!!
un besote enorme linda:
tu segoviana favorita