martes, 29 de enero de 2008

(VIDA) CERRADA POR EXÁMENES

De nuevo un enero me está haciendo perder la paciencia. Y este año, incontroladamente. Sin quererlo, sin esperarlo, porque lo que más quería era estar aquí.
Y qué es lo que hecho por aquí? Dar vueltas por San Lorenzo, ir a la mensa, intentar levantarme temprano,… pensar, pensar, pensar,… Quizás esto es la resaca de la navidad en casa, ¿quién sabe los motivos?
Los exámenes me están matando, la biblioteca también y sobre todo, me mata, el clima. Seis días nublados contra uno de sol. Lluvia, calles encharcadas y olor a humedad. Así todos los días. Una biblioteca en un foso donde la gente cuando llueve se pone a fumar en la puerta. Todo se oye y todo se mira, se estudia poco. Me acaba doliendo el cuello y me acabo hartando. Le doy mas vueltas y empiezo a planificarme por séptima vez el temario. Y nunca llego a tiempo. Llego a casa un poco más cascarrabias de lo normal.
En esas me doy cuenta de que no soy tan desgraciada. Me levanta por la mañana mi compi y pienso: qué bueno que te despierten suavito y que te hagan un café, cuando tú aún no puedes ni mover el brazo izquierdo. Otra personajilla me recoje en los momentos de desesperación y me lleva de paseos en su motorino, para gritarle al mundo, a Roma y, hasta El Vaticano, que no podrán con nosotras. Que somos más fuertes. Luego, me topo al ragazzo en el portal, y le acompaño un poquito a su facultad, mientras saltamos los charcos y las mierdas de perros, souvenires de mi barrio. El ragazzo (idem) me lava la ropa, porque la lavadora no va, y hasta me la tiende y me la devuelve sequita. Con un beso y una sonrisa. Su compañero empieza a sonreir. Todos agarramos el calendario pidiéndole a gritos que corra un poco, que pise el acelerador y que la vida vuelva pronto, allá por febrero. Que nos eche un cable y que todo vaya bien.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El confinamiento temporal impuesto supone una prueba de paciencia y autosuperación. No estamos acustumbrados a ser nosotros los que nos ponemos los límites, sino que nos tienen enseñados a decirnos cuánto de buenos fuimos o cuánto nos pasamos de la raya.
Superarse a uno mismo, poniendo cada vez más lejana la casilla de "META" y proponiendo cada vez más objetivos a largo plazo son muestra de un grado de madurez alto, de haber alcanzado un grado de META-cognición que nos permite enfocar todos los aspectos de nuestra vida de una manera concreta: ser felices haciendo lo que nos gusta.

Tu sigue así, sigue estudiando, trabajando, viviendo, riendo, disfrutando, llorando, dramatizando, exagerando, palmerizando, etc. que algún día ya conseguirás trabajar en lo que te gusta. Podrás cobrar por acosejar lo que tu ya has practicado: UNA NUEVA MUDANZA [y otra, y otra...]

Saludos, bella.

Anónimo dijo...

Pues ábrela más que sea un ratito, que nos tienes ansiosos de nuevas noticias tuyas... no sabemos si el frío te habrá helado, o si ahí también se llevan los polvos de talco